EL PASO A PASO
Para junio de 2020, con tres meses de pandemia por COVID-19, las estadísticas de la violencia de género en Panamá, dadas por el Ministerio Público, estaban así: Habíamos perdido 17 mujeres por femicidio, nueve por muertes violentas y tres habían sobrevivido a la tentativa de femicidio; 7 mil 118 hogares estaban inmersos en la violencia doméstica, conviviendo en ese ambiente, en el mismo espacio, día tras día; también, de enero a junio, la autonomía corporal de 876 adolescentes (+14 y -18 años) fue violentada.
La movilidad restringida, luego la cuarentena total, nos volcó a reforzar el trabajo con las contrapartes gubernamentales, así como a buscar nuevos aliados y a pensar fuera de la caja.
El comienzo de una alianza
McCann Worldgroup Panamá llegó al Fondo de Población de las Naciones Unidas en Panamá con una preocupación: Las instituciones, los noticieros, algunos influenciadores, hablan de la violencia contra la mujer, pero el público apaga sus sentidos ante los problemas. “La violencia física escala niveles, debemos convertir esa violencia en un movimiento de cambio”, propuso la publicitaria.
El trabajo previo
Las ideas innovadoras de la agencia tenían que cumplir con el respeto y protección a las víctimas/sobrevivientes. Por ningún motivo, la campaña podía revictimizar.
Se hizo un proceso de consultas para identificar mensajes efectivos o, por el contrario, que hayan resultado contraproducentes, a funcionarios/as de instituciones gubernamentales, abogadas feministas, docentes universitarias y lideresas.
Por ejemplo, según una trabajadora social con trayectoria en la defensa de los derechos humanos de la mujer, el llamado a la acción tenía que estar dirigido a las instituciones a cumplir con su rol protector y no recaer únicamente sobre los hombros de la víctima.
Con la colaboración técnica de dos lideresas que trabajan con sobrevivientes, obtuvimos 26 testimonios, mediante un formulario completado por la voluntaria con el apoyo de su lideresa; ni UNFPA ni McCann tuvo acceso a ellas. La mayoría indicó que daba su testimonio para que otras mujeres, en especial las más jóvenes, no vivenciaran la violencia machista. Y, aunque algunas estuvieron dispuestas a participar en la producción de un video, el confinamiento no lo hizo posible.
En el proceso, fueron varios los obstáculos que vencer, el tema per se, el tiempo, los recursos limitados, tomar riesgos; sin embargo, para el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Panamá y para McCann fue una prioridad colocar mensajes sobre la identificación y prevención de la violencia hacia las mujeres, adolescentes y niñas, de forma atractiva y poderosa, en el contexto del COVID-19.
La primera fase
Las redes sociales fueron, para muchas personas, la forma de socializar durante el primer año de pandemia, hacia ese público estuvo orientada la campaña digital de carácter social, Letras contra la violencia, provista de videos, datos, testimonios y expresiones contundentes en formatos de sticker y gift.
El punto de partida de la campaña fue el desarrollo de una tipografía, creada a partir de las cicatrices que deja la violencia, para usarla como una herramienta para reflexionar, cuestionar y narrar nuevas historias libres de violencia.
Los testimonios de las sobrevivientes se acompañaron con ilustraciones para proteger su identidad.
Se desarrollaron reportajes con datos e información útil sobre los distintos tipos de violencia que vivencian las mujeres (tanto panameñas como migrantes).
Para potenciar el mensaje de la campaña, se realizó una videoconferencia con la investigadora, escritora feminista y conferencista Coral Herrera Gómez, sobre los factores sociales que facilitan la violencia de género.
La segunda fase
Las alianzas atraen más aliados. El equipo McCann – UNFPA trabajaba nuevos mensajes en el marco del Día Internacional de la Mujer 2021, cuando el grupo panameño Afrodisiaco, conformado por Miroslava Herrera y Tatiana Ríos, nos trajo un arreglo del proyecto Puente patrocinado por Ibermúsicas.
“Ese día salió a trabajar temprano
Pa‘ dar a su hijo qué comer
Pero ese sería el último viaje
Me dijo que sentía miedo, dijo
Era un hombre el motivo
Claudia era buena
Mujer, amiga, hija, madre
Ya pasó un año y no he vuelto a verla"
Afrodisiaco junto a Comprovisation Project, de Chile, reinterpretaron la letra de Desapariciones (1984) del músico Rubén Blades. En esta nueva versión, se expone la violencia machista como la causa de la desaparición física de niñas, adolescentes y mujeres en América Latina y el Caribe, precisamente la región donde están ubicados 14 de los 25 países con mayor índice de femicidio en el mundo.
Al vincular Letras contra la violencia con este canto protesta, el mensaje se expandió a una mayor audiencia y la conversación sobre la violencia de género se posicionó.
Oficinas como UNFPA Bolivia, UNFPA Ecuador, UNFPA Perú y UNFPA América Latina y el Caribe decidieron compartir la campaña en sus cuentas oficiales, acción que influyó en el alcance trasfronterizo de la campaña.
A cuatro meses del 25 de noviembre, buscamos más aliados para seguir generando #LetrasContraLaViolencia.