Sin papeles, pero con derechos
El juez hizo un alto en la audiencia de pensión alimenticia y pidió a la mujer, que hacía el reclamo, sus documentos personales. No estaban al día. Por ello, le retiró a su hijo y le dijo que podía reclamar la pensión cuando tuviera sus papeles en regla.
Esta anécdota real es la pesadilla de las madres migrantes sobrevivientes de abuso. “Te voy a quitar a tus hijos” o “te van a deportar” les repite su pareja abusadora.
El extendido uso de la palabra ilegal, cuando se habla de migrantes sin documentación, es aprovechado por los abusadores para infundir miedo.
Marina Pérez es la directora ejecutiva de Fundamorgan, organización que brinda atención legal a víctimas de violencia doméstica. Ella recuerda el caso de una mujer que durante 15 años casi no puso el pie en la calle. Su esposo le decía que si lo hacía la iban a deportar. ¿Por qué no le ayudaba a regular su situación migratoria? La respuesta de él siempre fue: “estoy en eso”. Y pasaron quince años.
Las madres migrantes que viven en Panamá tienen diferentes condiciones. Algunas están casadas con panameño. Otras tienen hijos sin haberse casado. Están las que tienen una pareja de otra nacionalidad y las que vinieron acompañando a su pareja por razones de trabajo.
En Panamá, hay aproximadamente 420 mil migrantes: 49.2% son hombres y 50.8% son mujeres, expresa Santiago Paz, Jefe de Misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá.
Por nacionalidades, las proporciones varían. Las dominicanas suponen el 68% de las migrantes de su país. Las nicaragüenses, el 59%, y las colombianas el 54%.
Regularizar su situación migratoria es una de sus preocupaciones. De ello, dependerá que puedan acceder de manera más segura a un trabajo, servicios básicos y, para muchas lo principal, estar con sus hijos.
En varios casos, tener sus papeles en orden en Panamá depende de obtener una visa como residente por reagrupación familiar, como se estipula en la página web del Servicio Nacional de Migración. Esta visa se entrega por estar casada con panameño, por ser dependiente de un residente permanente o por tener hijos panameños.