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Atacada en redes sociales

Por ser mujer, por estar en la política, por ser figura pública, por ser joven, por expresarse a través de estas plataformas, las mujeres son víctimas de violencia digital

La misma tecnología que nos permite hacer trabajo remoto, cantar el cumpleaños virtual o compartir el mejor recuerdo fotográfico, también es utilizada por algunas personas para ejercer violencia de género.

Estamos presenciando cómo el comportamiento violento hacia la mujer se expande hacia las nuevas plataformas de comunicación. El acosador o maltratador digital cuestiona, insulta y degrada a la mujer, ocultándose detrás del perfil de su cuenta. ¿Qué está pasando en Panamá?

Panorama local

Irma Hernández es asesora del diputado Juan Diego Vázquez en la Asamblea Nacional de Panamá. Ella, 24 años, es abogada, política y feminista; se mantiene activa en sus redes sociales, compartiendo información sobre los temas sociales que le interesan.

Se ideó un ladies night tipo pandemia, una transmisión en vivo en su cuenta de Instagram con unas amigas, para hablar de un tema de violencia hacia la mujer. Como tanto ella y sus amigas tenían cerveza en mano, recibieron críticas desde que “una señorita no debe beber” hasta que una joven “no debería sentarse de esa forma”.

Para Lía Hernández, abogada especialista en derecho digital y directora ejecutiva del Instituto Panameño de Derecho y Nuevas Tecnologías (IPANDETEC), las mujeres más atacadas son aquellas visibles por su rol de influente, figura política o pública, “y no únicamente los ataques son hacia ellas, que son las que se exponen, sino también a cualquier miembro de su familia: madres, hijas, hermanas, primas”.

El estudio Monitoreo de Violencia de Género en línea a Candidatas de Elección Popular 2019 en Panamá, de IPANDETEC, asegura que la violencia de género en línea fomenta “la producción de insultos, estereotipos, prejuicios y también contenidos gráficos y audiovisuales que ayudan a comunicar hostilidad hacia niñas y mujeres”.

Según el estudio, los acosadores o las personas que realizan estos ataques recurren a frases ofensivas, incluyendo comentarios sobre la apariencia física de mujeres y activistas, con el objetivo de cosificarlas y degradarlas. “Se producen con el propósito de intimidar, silenciar e insultar, generando miedo a expresarse libremente en línea. Esto obstaculiza la inclusión de las mujeres en el escenario digital”, se lee en el documento disponible en el sitio web de Ipandetec.org.

El mismo estudio, en el que se le hizo un seguimiento en Twitter a 25 mujeres candidatas políticas para las pasadas elecciones en Panamá (mayo 2019), determinó que el 57.4% de los ataques era por discriminación de género. Un 42.6% lo fue por desprestigio político.

Agresiones a través de texto, imágenes y videos

De acuerdo con la abogada Haydée Méndez Illueca, especialista en género y derecho penal, la violencia hacia la mujer en redes sociales se considera violencia mediática. Así es definida en la Ley 82 de 2013 que tipifica el femicidio y la violencia contra la mujer (artículo 4, numeral 21), como: “aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación que, directa o indirectamente, promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, así como la utilización de mujeres en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o que construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres”.

Lía Hernández, por su parte, añade un ejemplo claro: Si una persona comparte su foto en su perfil en una red social, eso no significa que otro pueda hacer uso de esa imagen. Es decir que el uso indebido de esa foto en los espacios cibernéticos es violencia digital. 

Joyce Araujo, abogada especialista en género, considera que las jóvenes son las más vulnerables, pues son las que tienen más acceso a estas plataformas y, en algunos casos, no comprenden las distintas formas en que una persona puede ejercer violencia contra la mujer. Ella ha atendido chicas para orientarlas en estas situaciones a través de su trabajo como voluntaria en la Fundación para la Equidad de Género.

¡Guarda la evidencia!

Las mismas redes sociales permiten denunciar o bloquear a un usuario.
Irma Hernández recomienda guardar todas las pruebas y copiar el URL de las cuentas desde donde se recibe el ataque. "Lo peor que podemos hacer es la inacción y quedarnos en silencio. Hay que denunciarlo".

Cuando una mujer es víctima de violencia en las redes sociales, la abogada Haydée Méndez Illueca recomienda presentar la denuncia ante el Ministerio Público, que sería atendida por informática forense, que investiga el origen del mensaje (IP o firma electrónica). Especifica que el Código Penal de la República de Panamá, en su artículo 193, castiga la injuria por cualquier medio, incluyendo las redes sociales, con 60 a 120 días multas y el artículo 195 castiga la calumnia con prisión de 12 a 18 meses o su equivalente en días multa. Méndez Illueca explica que la diferencia entre injuria y calumnia es que la injuria atenta contra la honra o el decoro de una persona (insultos, burlas, etc.), mientras que la calumnia es atribuirle falsamente a una persona la comisión de un delito.

Irma comenta que en la Asamblea Nacional panameña se está trabajando en reformas al Código Penal y se está abordando el tema de los delitos cibernéticos.

Menciona el caso de la bloguera panameña Piky Zubieta, quien a través de su cuenta de Instagram Entre Libras, había sido acosada y la amenazaron de abusar sexualmente de ella y de su hija menor de edad. Después de tres años, en octubre de 2020, David D’anelo Phillips Taylor, su acosador, fue condenado a 70 meses de prisión por el delito de lesiones psicológicas.

Irma destaca que esto representa un paso positivo para el sistema de justicia panameño “y estoy segura de que se hicieron investigaciones utilizando metodologías que antes no se habían utilizado”.

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